Zapardiez, quien tiene su taller en San Sebasti?n, explica en una entrevista a EFE que presentar? una veintena de vestidos de boda y de fiesta durante la pasarela "Couture Fashion Week", que se celebra tras la conclusi?n de la Semana de la Moda de Nueva York.
Isabel Zapardiez regresa, siete meses despu?s, a una de las capitales indiscutibles de la moda, para presentar al menos diez trajes de novia, los mejores de cada a?o, con los que espera resumir lo m?s caracter?stico de su trayectoria, en la que bebe del modisto Crist?bal Balenciaga, del pintor Gustav Klimt, del arte oriental, del cine y de la naturaleza.
Raso, sat?n, mikado, encajes, brocados o bordados en plata conviven con gasas, organzas y tules en las creaciones de Zapardiez, quien defiende el "poso artesanal" en la elaboraci?n de todos sus vestidos en los que los "escotes en la espalda" se convierten "casi en una obsesi?n" como ocurre en las creaciones de Balenciaga.
La sombra del gran maestro de Getaria (Gipuzkoa) se percibe tambi?n en la inspiraci?n oriental de algunos vestidos de Zapardiez, en su amor por los quimonos, en las formas arquitect?nicas plasmadas en telas r?gidas y, sobre todo, en sus l?neas depuradas, los tejidos nobles y la importancia del corte, el patronaje y la confecci?n.
Adem?s del "top ten" de toda una d?cada dedicada a la moda nupcial, Zapardiez explica que tambi?n trasladar? a Nueva York parte del universo de Klimt, que estar? presente en tocados, diademas, zapatos, cinturones, peinados y en el maquillaje que lucir?n las modelos, as? como en todo el "estilismo del desfile", que se celebrar? a las 18:00 horas (hora local de Nueva York) en el gran sal?n del Hotel Waldorf Astoria.
Zapardiez presentar?, por primera vez en Nueva York, una muestra de su colecci?n de fiesta, de sus "joyas a medida", unas ocho piezas en tonos rosas empolvados, dorados y grises que recrean un mundo m?gico de hadas y ninfas, aunque siempre fieles a las normas de la alta costura.
La dise?adora donostiarra reconoce que la frontera entre sus vestidos de novia y de fiesta no est? clara ni para ella misma que, deliberadamente, no quiere marcarla con nitidez.
Zapardiez asegura que en pasarela puede plantear propuestas imposibles, como un cintur?n de cristal de 25 cent?metros, aunque todos sus planteamientos pueden adaptarse despu?s a la "realidad".
La dise?adora donostiarra insiste en que el vestido debe tener siempre el "poso" de la mujer que lo lucir? y adaptarse a todas sus caracter?sticas y personalidad y, por qu? no, tambi?n a su bolsillo, ya que, seg?n asegura, la "gama de precios" es amplia y puede asemejarse a lo que puede ser una "gama media".
El taller de Zapardiez est? en San Sebasti?n, aunque la dise?adora tambi?n ha confeccionado vestidos para algunas clientas que han contactado con ella a trav?s de internet tras confeccionar un maniqu? adaptado concienzudamente a todas sus medidas.
La dise?adora reconoce que le gustar?a estar presente en otros mercados, pero siempre con una condici?n irrenunciable: no perder nunca la parte artesanal y el sello de identidad de su trabajo.
Clara Garc?a de Cort?zar
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